
El mercado fintech está que arde. Varios jugadores a los que les «quedó chica» la figura de proveedor de servicios de pago (PSP), optaron por solicitar la licencia bancaria.
Se trata de un camino iniciado por Ualá, con la compra de Wilobank (hoy Uilo), pero que este año fue imitado por:
En qué se parecen estos jugadores. En que todos irán principalmente por un producto. Y Mercado Pago, una vez más, se adelantó a todos.
Razones detrás del aluvión de bancos digitales
Hace unos días, Mercado Pago confirmó un anticipo de iProUP: lanzó su tarjeta de crédito antes de ser banco. Y les «marcó la cancha» a todos los nuevos jugadores que apuntarán a ese mismo negocio.
Existen varias razones para que tanto Ualá, desde hace casi dos años, como ahora MP apunten a estos plásticos, que viven un nueva «época de oro» en el país.
Hasta hace una década, los bancos enviaban tarjetas preaprobadas por correo, pero dejó de ser negocio con la baja de las comisiones. Ahora vuelve el furor en formato 4.0.

Las claves de las tarjetas que emiten los nuevos bancos digitales
La primera razón es la obvia: un mercado potencial enorme: la penetración de tarjetas de crédito en Argentina llega al 29%, muy lejos del 40% de Brasil y cerca de la mitad del resto de las naciones del G20, que promedian el 60%.
La segunda es el avance del uso: dos tercios de los consumos con plásticos corresponden a los de crédito, con un aumento del 9% trimestral según el Índice Payway. El resto está relacionado con la digitalidad.
Francisco Chaves del Valle, consultor fintech y docente del ITBA, asegura a iProUP que «las billeteras no pueden depender solamente de una unidad de negocio o una transacción».
En efecto, los pagos se comoditizaron a partir de los QR y las transferencias gratuitas, que canibalizaron a las tarjetas prepagas, el producto fundacional de las fintech.
De hecho, su participación en el mercado no sólo es menor, sino que la rentabilidad bajó mucho tras una decisión del Gobierno que fijó comisiones de 0,8% y acreditación en 24 horas como las de débito. Antes, las prepagas tenían un fee de 1,8% (1,2% iba a las fintech) y 18 días de acreditación.
«Las billeteras deben buscar productos que den rentabilidad y, a la vez, el long tail del cliente y esa permanencia. La tarjeta de crédito sirve mucho para eso», refuerza. En tanto, el consultor fintech-insurtech Christian Balatti, señala otras tres ventajas de estos plásticos:
- «Se sostiene como medio de pago relevante y por ende tractor de pricipalidad de relación»
- «Mayor frecuencia de uso y márgenes superiores por interchange y revolving (comisiones e intereses por pago mínimo)»
- «Cultura de cuotas en Argentina relacionada con las tarjetas»
La pelea que se viene
Justamente, los neobancos atacarán a un sector de los argentinos que hoy no tiene una tarjeta por los gastos asociados, como mantenimiento o renovación anual. Por eso, la tarjeta de Ualá, al igual que la de Mercado Libre –y también se espera la de Nubank– son sin costo.
Los expertos aseguran que estas nuevas entidades tienen un as bajo la manga: el scoring, es decir, un «Veraz con anabólicos», potenciado con big data e inteligencia artificial.
«En Mercado Libre tienen una enorme cantidad de potenciales clientes, saben su nivel de compra y capacidad de pago«, asegura Chaves del Valle sobre el público objetivo.
Balatti coincide en el scoring diferencial del unicornio, por lo que podrá aplicar «límites ‘dinamicos’ con data alternativa, como comportamiento transaccional dentro y fuera del marketplace, facturación en el caso de los vendedores. Tendrá precisión y velocidad de actualización de líneas de crédito». También puede ofrecer nuevas funciones ahora no vistas:
- «Propuestas para gastos en el exterior, con tipo de cambio diferencial y límites dinámicos para viajes»
- «Alianzas con sus propias verticales, como streaming y delivery, y obvio cuotas sin interés en sus apps», como ya anunció tres pagos en el markeplace o con QR
- «Una experiencia de usuario avanzada, quizás incorporando fechas de vencimiento flexibles, fraccionamiento de pagos similar al pago mínimo, pero más flexible»
- «Servicios gratuitos según el uso, add-ons como seguros a precio diferencial o tasas de refinanciamiento personalizadas«
Este menú «personalizado», según Chaves del Valle, rendudará en la «diferencia que habrá en la oferta a los distintos tipos de público objetivo: le podrá ofrecer más aquellos de los que tiene más información».
«Sin duda, los más beneficiados serán los empleados, que sabés cuánto ganan si cobran en tu banco», agrega. De hecho, la gran ventaja de la licencia que busca MP será ofrecer cuentas sueldo y, además, hacer intermediación financiera para mejorar las tasas a las que presta.
Según el experto, «tiene lógica que a un autónomo puedas chequear si está al día con los aportes en ARCA y darle una tarjeta de crédito; en tanto que a un empleado le ofrezcas un préstamo prendario o hasta un hipotecario, como hace el Nación».
Para Balatti, en tanto, la gran oportunidad son los «empleados con historial laboral corto, es decir, jóvenes; y los monotributistas y autónomos con algo de cash-flow digital pero poco bureau tradicional».
El dato no es aleatorio: los cuentapropistas configuran un gran mercado, superior a los 3 millones de personas, con ingresos constantes y poca oferta de la banca tradicional. Contra 9 millones de personas con cuenta sueldo y paquetes bonificados a los que apuntan todas las entidades.
Y añade dos tipos de clientes digitales: «Los usuarios intensivos del e-commerce y con grandes movimientos en MP. Además, el público que la banca excluyó: trabajadores de la gig economy (Uber, delivery) y comercios chicos que ya cobran con MP y pueden financiar capital de trabajo barato».
¿Y los bancos tradicionales?
Las entidades tradicionales no la tienen fácil. Chaves apunta con la baja posibilidad de innovación que presentan varias de ellas, lo que deja el camino allanado para que sus contrapartes digitales avancen en este mercado.
«El caso que sorprendió en su momento es el del Santander, que consideró más fácil crear un banco nuevo, digital (OpenBank) que modernizar el propio. No es algo malo: seguís con tu banco principal y generás otros más ágiles para captar a otra población», remarca.
Para Balatti, el avance de los challenger banks no deja alternativa a la banca, que «debe moverse a la velocidad y con riesgos de las fintech». Recomienda algunas mejoras:
- «Habilitar ‘subcuentas’ para con reglas especificas según rubro, comomovilidad, viajes, educación, supermercado o familia»
- «Subcuentas multimoneda, con saldos y consumo inteligente, según la moneda de origen del consumo, para evitar impuestos»
- «Pricing más competivo en revolving, en especial para cuentas sueldo»
- «Potenciar a MODO como la ‘pasarela’ más conveniente que MP«
- «Save Now Pay Later (SNPL): invertir para un fin especifico, ‘fijando precio’ y luego financiar en cuotas pagando con la tarjeta»
Según Chaves del Valle, «muchos argentinos no usan Mercado Pago o Mercado Libre, quizás solo pagan o compran esporádicamente». Y ve otra oportunidad para las entidades tradicionales.
Como ejemplo, menciona: «Los bancos quizás hagan alianzas y, a futuro, cualquier problema con Mercado Pago quizás lo puedas solucionar en una sucursal bancaria«.
«De acá a 10 años, ¿hay negocio para billeteras que no sean bancos? Nadie lo sabe. Dependerá de las estructuras, costos, impuestos al cheque. Se irá construyendo», concluye.
FUENTE: IProUp


